Mezclado con tu cuerpo
Me habla tu piel
Me toca tu mente
Se confunden tus fronteras
Y me extravío en tus rincones más recónditos
Vislumbrando los distintos horizontes que trae tu alma
Tus diferentes paraísos e infiernos
Ninguno más perfecto que el otro
Y ninguno más completo sin el otro
Me alimento de tus paraísos
Dentro de tu corazón y tú mente
Dentro de tu sangre y tú saliva
Dentro de tus intestinos y tú vientre
Y ardo voluntariamente en tus infiernos
Encendiendo todas las llamas
Palpita mi cuerpo dentro el tuyo
Laten nuestros corazones al unísono
Se derriten nuestras vértebras
Se enredan nuestras piernas
Se clavan nuestras espinas
Sin importar si nos dañan o nos dan vida
Soy el cazador y tú la presa
Soy el devorado y tú la fiera
Soy el Minotauro y tú el sacrificio
Soy el atrapado y tú el laberinto
Disgregándonos dejamos nuestras almas a la deriva
Y solo esperamos la muerte, pero que esta llegue lenta
Y en el fondo de nuestros corazones la esperanza de sobrevivir a la tempestad
Y llegar a buen puerto.
publicado por juan manuel avilés
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